miércoles, 26 de marzo de 2014

Los lobos

Es de tarde y las ventanas se van apoderando de la luz del sol que se esconde en el poniente. Las sombras comienzan a arrastrarse por todas las esquinas, a subir escaleras, a bailar con los lobos y a callar a los pájaros, para que solo el aterrador silencio exista en ese fenómeno al que llaman la noche.

Luego de que la luna llena se sienta en su trono sobre la oscuridad, las sombras se dispersan y la danza de los lobos se hermana con la soledad. Susurros nocturnos se mezclan con los pensamientos. La única voz que se escucha es un grito inaudible que viene desde el núcleo de la almohada. El insomnio se vuelve tan familiar como indeseable.

Y justo cuando se callan los susurros y el grito deja de joder, el sol se lleva todas las luces de las ventanas y la mañana regresa para vernos cerrar los ojos a quienes convivimos todas las noches con los lobos.

sábado, 1 de marzo de 2014

Un montón de gracias.

Gracias a la gente que sigue creyendo en el amor y que sigue queriendo.

Gracias a la gente que no deja de luchar, que no sabe lo que es rendirse.

Gracias a la gente que es humana por convicción y no solo de nacimiento.

Gracias a la gente que hace el bien sin mirar a quién.

Gracias a la gente que hace favores sin esperar nada a cambio.

Gracias a la gente que trabaja con todo su esfuerzo por las cosas que le gustan.

Gracias a la gente que dice lo que piensa sin miedo.

Gracias a la gente que no piensa que agradecer así de indirectamente es algo exclusivo de los ritos religiosos.

Gracias a la gente que piensa diferente.

Gracias a la gente que manifiesta sus alegrías y sus pesares.

Y gracias a la gente que da las gracias... pues esas son las bendiciones de los humanos, dioses y de lo que sea que exista o no.