martes, 16 de diciembre de 2014

Virtue

The greatest virtue a hunter can have is patience.

Though the soul may be weary, there on the horizon lies the hope of a prize bigger than any other.

He had already caught a glimpse of  the most beautiful creature ever's figure, though he was still skeptical about it... It seemed as if he had fallen in love, but it was too soon to tell for sure, and how can a hunter fall in love with his prey?

Time passed and it made the hunter think it just couldn't be; but then, as the snow filled the sole of his black boots, and congregated with fury over his heavy leather coat, his eyes crossed with the delicate creature's ones, and it made things clear... it was love indeed.

The snow is slowly dissolving, melting away, and the hunter waits for the right moment, with nothing but an arrow, his trusty bow... And, of course, patience.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Sueño de una noche de invierno

El invierno seguía. La arena blanca que cubría el monte que antes estuvo floreado, ahora se tragaba los pasos del lobo solitario. Los ojos marrones del perro salvaje, poco a poco se tornaban albinos por culpa de la nieve que le rodeaba, y la noche eterna absorbía los suspiros de un cielo sin luna.

Ausencia. Eso era lo que decían todos los rincones del bosque. Ausencia de las tantas cosas que adornaban a la existencia misma. Ausencia de hojas vistiendo, aunque sea de naranja, a los robles. Ausencia de las flores que besaban a la hierba. Ausencia de palabras, que han sido presa del sonido del viento que va dando vueltas en el vacío, y retumbando entre las ramas de los árboles desnudos.

"¡Si existe una razón para vivir, que me parta como un rayo!", parecía aullar el lobo.

La nieve susurraba soledad a los oídos del can y estaba claro que la muerte se acercaba con un enorme empeño a la espalda del animal. No se puede vivir así. No en vano, decía Whitman que aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral.

Cayó rendido sobre las sábanas blancas que se comían sus pasos; la mano esquelética de la parca rozó la espalda del lobo y le dijo algo al oído. El perro levantó su mirada al horizonte y entre las níveas colinas estaba una azalea que permanecía intacta.

Era la muerte del invierno lo que había sido anunciado...

... pronto llegará la primavera.