viernes, 19 de octubre de 2012

Flor de Jazmín

      En el momento en que la flor cayó en tu jardín; la tomaste entre tus manos, percibiste su divino perfume y no la quisiste soltar... pero el viento te la arrancó. Te quedaste sin tu flor de jazmín, con tus brazos heridos y tu corazón cortado. ¿Quedarán flores en tu jardín? ¿Quedarán más flores de jazmín?

      Probablemente sí, pero ninguna como ella. Montones y montones llenan la grama de blanco y rosa, mas no hay ninguna que tenga ese brillo, ninguna que se pueda lucir junto a sus cabellos... porque ni siquiera sabes dónde están ahora sus cabellos.


      En realidad no entiendo lo que debes estar sintiendo, pero estoy seguro de que el cielo no para de llorar por una razón. Esta lluvia es la ausencia de tu flor de jazmín. El dolor de la misma tierra al sentir su cuerpo echando raíces desde donde se encuentra ahora... Ojalá crezca algo sobre ese césped que llora por las mañanas y amanece mojado por esas lágrimas de rocío... Ojalá crezca algo, y que ese algo sean unas flores de jazmín.

      "No es posible amar hasta morir, porque el amor es inmortalidad"— Emily Dickinson

jueves, 11 de octubre de 2012

La vida sin Nino

      Nino Bravo nunca me dijo cómo terminó la historia con Noelia... ¿será que la saludó? ¿la conoció? ¿Cada cuánto tiempo la veía? ¿Se desilusionó? ¿Noelia sabría que le escribió la canción? ¿Noelia existía? Lástima que no pueda preguntarle todas estas cosas.

      Mi vida es un trabajo de investigación con una metodología intrincada que ni yo mismo entiendo. Y por lo general, resulta documental, ya que no existe mucha "experimentación", aunque la frustración y el "factor maldita sea" siempre están presentes.

    Vivo en un régimen de casa por cárcel, hablando metafóricamente (como acostumbro), la posibilidad de libertad la representa el amor, pero siento que, cuando el amor toque a la puerta, lo confundiré con los testigos de Jehová... y por supuesto, no le abriré. Espero estar equivocado... y ¡espero que no sea testigo de Jehová!



      Mi vida es una novela muy mala: mucha tensión sin justificación y descripciones cósmicas y espectaculares de una insignificante miga de pan. Un soliloquio de ilusiones y desilusiones de una mente inquieta y un corazón con arritmias sentimentales. Mi vida podría estar en Venevisión... pero creo que me darían motivo para suicidarme... esta vez no sé si hablo metafóricamente.

      Si Nino Bravo estuviese por acá le preguntaría qué hacer... y quizás le haría caso. De momento seguiré escribiendo estas "cartas amarillas", tal vez algún día las leas y encuentres "mil te quiero y mil caricias".

lunes, 8 de octubre de 2012

Mis pequeñas cosas - Carta para mí

Querido yo;

      Te escribo porque sé que no consigues qué decirte para sonreír otra vez... Porque andas desanimado como un pendejo y no me parece.

      Te escribo viéndome el dedo meñique y pensando que es una herida de guerra infectada, pero eso no es lo que quiero que leas.

      Te escribo porque sé que hay pequeñas cosas que te harán sonreír otra vez... Esas pequeñas cosas que ves cada día y amas, pero no tienes idea de cuánto.

      Te escribo por el mismo amor, tu eterna inspiración para vivir... de hecho esta mañana soñaste con “tu Noelia” y no querías despertarte.... Las personas que amas, que te hacen feliz y hacen que cada día tenga una inesperada alegría escondida entre sus horas, un abrazo entre sus minutos y una palabra entre sus segundos.

      Te escribo por la libertad, alejada de derechas e izquierdas... la “Beatriz” de este “Dante”, la “Julieta” de este “Romeo”... Libres hasta la muerte ¿Libres de verdad? “Somos esclavos de nuestra propia libertad”, bueno, creo que eres libre de escoger tus grilletes.

      Te escribo por tu ambición y tu egoísmo, tus fuerzas naturales. Las ganas de llegar a donde te dé la gana... si es que te da la gana. El poder de tu ego ¿quién dijo esa mariquera de que el egoísmo es vil? El altruismo es la más bella demostración de egoísmo... Hasta a Dios le gusta que le demos gracias por salvarnos de nuestros pecados. El egoísmo es tu luz... El egocentrismo ya es otro asunto. Si te estás escribiendo a ti mismo, debes estar claro de que te amas... Que jode.

      Te escribo porque me dio la gana de escribirte, porque quiero que recuerdes que con esas pequeñas (algunas medianas) cosas te basta, porque la “autoayuda” de Paulo Coelho lo “autoayuda” a él y no a ti... Porque te pongas a escuchar canciones de Burt Bacharach, de Dean Martin o de Louis Armstrong.



      Te escribo, pero me basta con que me respondas con una sonrisa.

      Te quiere, tú mismo.