jueves, 11 de octubre de 2012

La vida sin Nino

      Nino Bravo nunca me dijo cómo terminó la historia con Noelia... ¿será que la saludó? ¿la conoció? ¿Cada cuánto tiempo la veía? ¿Se desilusionó? ¿Noelia sabría que le escribió la canción? ¿Noelia existía? Lástima que no pueda preguntarle todas estas cosas.

      Mi vida es un trabajo de investigación con una metodología intrincada que ni yo mismo entiendo. Y por lo general, resulta documental, ya que no existe mucha "experimentación", aunque la frustración y el "factor maldita sea" siempre están presentes.

    Vivo en un régimen de casa por cárcel, hablando metafóricamente (como acostumbro), la posibilidad de libertad la representa el amor, pero siento que, cuando el amor toque a la puerta, lo confundiré con los testigos de Jehová... y por supuesto, no le abriré. Espero estar equivocado... y ¡espero que no sea testigo de Jehová!



      Mi vida es una novela muy mala: mucha tensión sin justificación y descripciones cósmicas y espectaculares de una insignificante miga de pan. Un soliloquio de ilusiones y desilusiones de una mente inquieta y un corazón con arritmias sentimentales. Mi vida podría estar en Venevisión... pero creo que me darían motivo para suicidarme... esta vez no sé si hablo metafóricamente.

      Si Nino Bravo estuviese por acá le preguntaría qué hacer... y quizás le haría caso. De momento seguiré escribiendo estas "cartas amarillas", tal vez algún día las leas y encuentres "mil te quiero y mil caricias".

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