Ya estaba con mis alas desplegadas, preparada para volar, preparada para entrar en el sueño eterno. El idiota de Joe me está siguiendo, sé que lo hace.
Los espejos me conocen, yo no a ellos. Siento que es el momento de aclamar por la libertad que tanto deseo, alejarme de todos los imbéciles de este mundo y conseguir lo que está tras los vidrios. Entró alguien al salón... Seguro es Joe, siguiéndome como siempre. Él no sabe acerca de la vida tras el reflejo de los espejos, él no sabe sobre las maravillas que esconden cada uno de los granos de arena que fueron utilizados para hacerlo. Vio la vela que está a mi izquierda, trataré que no me vea... No quiero que Joe interfiera, siempre lo hace... ¡Ah! Y siempre me sigue.
Cuando vi que tomó la vela, con un grito de "¡Libertad!", atravesé los espejos y llegué aquí, el mundo con el que tanto soñé.
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